Es periodista y antropóloga. Entre sus publicaciones están los poemarios: No estoy limpia, El círculo de Newton y Nada para cenar. Ha participado también en numerosas antologías. En narrativa ha publicado el libro de relatos Las mujeres no tienen que machacar con ajos su corazón en el mortero.
Cosas extrañas que sin embargo ocurren
Salgo de casa dejando bajadas todas las persianas.
Huele a cebolla.
Respiro lo mínimo, arrugo la nariz consciente de que ya no hiervo en esta sopa.
Desayuno dos cafés, uno detrás de otro.
El segundo lo tomo con mi madre; ella moja unos churros mientras lamenta todo.
Más tarde, aso cuatro sardinas y perfumo mi calle con aroma marino de sal gorda.
Mi hija esconde debajo del flequillo un saco de contradicciones y no come hasta mucho después, cuando el hambre es mayor que la pelea.
Voy a ver a mi padre, está sentado en el sofá, no levanta cabeza, le digo que me mire y alaba mis zapatos para evitar el esfuerzo de erguirse.
Al salir de su casa, mi corazón se suelta, se me cae a los pies con un sonido hueco.
La gente me mira reprochando mi falta de cuidado.
Recojo los trozos desperdigados y continúo el camino que no se ha dibujado aún.
Por la noche, mi sobrina me dice que un tigre me está esperando.
Hago balance inútil de estas cosas extrañas que sin embargo ocurren.
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